Sam Raimi surgió a la fama como director y guionista al inicio de los ochentas con la pelicula de culto de terror y humor negro El despertar del diablo (1981). Después dirigió Academia de locos (1985), con la cual recibió malas críticas, aunque pronto volvió al agrado de las mismas y del público con El despertar del diablo 2 (1987), secuela de su exitoso filme de 1981. Su primera pelicula de gran presupuesto fue Darkman: El rostro de la venganza (1990), donde fueron evidentes las nuevas propuestas visuales de este director. Dos años después llegó El despertar del diablo 3 (1992), con la que dio fin a la historia que lo lanzó a la fama. En los siguientes años se alejó del género de la fantasía y dirigió películas como Rápida y mortal (1995), El plan (1998) y Por amor al juego (1999). Esperando que su distintivo estilo visual destacara, a Raimi le fue comandado el guion y la dirección de Spider-Man (2000), con la cual logró el cometido y llevó a la pantalla grande dos secuelas de este personaje en 2004 y el 2007. Regresó al horror con Arrástrame al infierno (2009) y a la fantasía con Oz, el poderoso (2013).