A lo largo de las décadas, las películas de terror han actuado como un espejo de los temores predominantes en la sociedad. Desde la aparición de Poltergeist: juegos diabólicos (dirigida por Tobe Hooper y escrita por Steven Spielberg) hasta el impacto revolucionario de El proyecto de la bruja de Blair (de Daniel Myrick), hemos sido testigos de una evolución fascinante en la manera en que los cineastas exploran y explotan las tecnologías de grabación para generar auténticas experiencias de terror. Estas películas no sólo capturan el espíritu de su tiempo, sino que también plantean preguntas inquietantes sobre nuestra relación con la tecnología y cómo esta puede transformarse en el catalizador de nuestros miedos más profundos.
En Cinematic Ghosts (libro que explora el concepto de fantasma en el cine; desde Beetlejuice de Tim Burton hasta El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas de Apichatpong Weerashetakul), Murray Leeder afirma que, en la época contemporánea, "los fantasmas están atados a tradiciones antiguas y, sin embargo, también son fundamentalmente nuevos, adaptables y maleables". Esto quiere decir que lo sobrenatural cambia con el mundo que los rodea, adaptándose con nuevas formas para seguir siendo relevantes, ya que los humanos no solo viven en la naturaleza, sino en una sociedad llena de tecnología electrónica. Por lo tanto, los fantasmas seguirán viviendo, pero la forma en que acechan a las personas que viven en un nuevo entorno evoluciona hacia lo tecnológico.
Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
La pantalla como medio para la presencia del terror sobrenatural
Esta idea está materializada en Ringu de Hideo Nakata y The Ring de Gore Verbinski. Ambas películas de la franquicia El aro utilizan cintas VHS, llamadas telefónicas y pantallas de televisión para que lo sobrenatural extienda su influencia. La cinta VHS existe como un canal para que el fantasma conocido como Sadako o Samara, respectivamente, difunda su maldición, y la televisión actúa como una puerta para tenerla presente en el mundo físico. Las cintas VHS son, en este universo, un método de infección continua, que anima a otros a mirar las cintas permitiéndo a Sadako/Samara maldecir a las nuevas víctimas.
La base de estas películas radica en el terror sobrenatural, pero la forma en que Sadako/Samara llega a nuevas víctimas está detrás de cómo se ha adaptado al uso que la sociedad hace del VHS como una forma de entretenimiento más generalizada. El VHS fue, hace unas décadas, una forma común de difundir entretenimiento y, por lo tanto, es la clave para saber cómo se propaga la maldición de los fantasmas. En la década de 1970, los consumidores tanto de Japón como de Estados Unidos preferían el VHS a otros medios de entretenimiento doméstico portátiles, especialmente en Japón, ya que el VHS fue inventado por la empresa japonesa JVC (Hammer & Powell).
Basara Pictures
Al igual que los fantasmas pudieron impactar el mundo físico al llegar a través de un televisor en Poltergeist, los fantasmas en la franquicia de El aro también pueden sacar a relucir sus cuerpos físicos a través de un televisor. Las escenas más icónicas de la película son muy similares ya que, tanto la versión original como el remake protagonizado por Naomi Watts, tienen un plano abierto de un televisor que muestra a una mujer desaliñada saliendo de un pozo y acercándose lentamente al espectador, acercándose cada vez más hasta que toca la pantalla y sale.
El estilo del found footage, popularizado por películas como REC, V/H/S y Fenómeno siniestro, marcó un punto de inflexión en la forma de narrar el horror en el cine moderno. En El proyecto de la bruja de Blair, la tecnología se convierte en una narradora silente pero poderosa, alentando la sensación de inmediatez y autenticidad. Las cámaras caseras y la ausencia de una edición pulida sumergen al espectador en la desesperación de los personajes, permitiéndoles experimentar el horror a través de sus propios ojos. Cada pestañeo de la cámara es un latido acelerado del corazón de los protagonistas, y cada susurro en la oscuridad se convierte en una amenaza tangible que evoluciona en una pesadilla visceral.
Blumhouse Productions
Por otro lado, Actividad paranormal, dirigida por Oren Peli, llevó este estilo un paso más allá al explorar los espacios íntimos de un hogar, revelando que incluso el entorno más cotidiano puede albergar terrores inimaginables. La tecnología de vigilancia casera, inicialmente destinada a brindar seguridad, se convierte en una ventana a lo inexplicable, capturando la escalada del terror de forma inapelable. Esta técnica invita al espectador a ser testigo directo de la creciente presencia sobrenatural, creando una sensación de vulnerabilidad e impotencia. En ambos casos, el found footage se convierte en un puente entre lo cotidiano y lo sobrenatural, desencadenando una experiencia de terror que se siente demasiado real para ser ignorada.
Blumhouse Productions
Películas como Unfriended: Eliminar amigo y Host llevan el horror tecnológico a un nuevo nivel al utilizar herramientas cotidianas como Facetime, Skype o Zoom como el escenario principal para el terror. En la película de Levan Gabriadze, la narrativa se despliega en una videollamada entre amigos, lo que inicialmente parece ser una reunión virtual común y corriente. Sin embargo, la introducción de una presencia malévola que interfiere en la llamada desencadena una espiral aterradora de eventos. La pantalla compartida se convierte en una ventana a la angustia y la paranoia, mientras los personajes intentan desesperadamente desentrañar el misterio y sobrevivir en el mundo digital.
En el debut de Rob Savage, quien recientemente dirigió Boogeyman: Tu miedo es real, la pantalla de la computadora se convierte en un conducto para lo paranormal de una manera aún más intensa. La película se desarrolla en tiempo real durante una videollamada grupal, lo que da una sensación de inmediatez inquietante. La vulnerabilidad de los personajes se magnifica a medida que se enfrentan a fuerzas sobrenaturales a través de sus pantallas, lo que crea una experiencia visceral para el espectador. Host demuestra que, incluso en la comodidad de nuestros hogares y a través de la aparente seguridad de las pantallas, el terror puede encontrar una forma de penetrar en nuestro mundo digitalizado y trastornar nuestras vidas de maneras inimaginables.
Shadowhouse Films
En conclusión, estas películas trascienden los límites de lo ordinario al presentar un universo en el que la frontera entre lo tangible y lo inmaterial se desdibuja. A través de esta lente, el espectador se enfrenta a una incertidumbre palpable: ¿quién o qué está detrás de esta serie de acontecimientos inexplicables? ¿Son meros mortales o entidades más allá de nuestra comprensión? En este paisaje de intrigas, la tecnología se revela como la herramienta a través de la cual los enigmas sobrenaturales se manifiestan, forjando una conexión entre lo visible y lo oculto que desafía las leyes de la realidad que conocemos.
