Hermano del difunto River Phoenix, Joaquin Phoenix tenía, más que una sombra problemática, una fuerte inspiración para comenzar una carrera actoral. Desde su debut en la década de 1980, irrumpiendo en escena con su gran éxito, Parenthood: Todo en familia, de Ron Howard, hasta sus más recientes trabajos como Beau tiene miedo de Ari Aster, Joaquin se ha labrado un espacio en la industria.
Su versatilidad no conoce límites y a menudo transforma su cuerpo y su rostro para adaptarse al papel que asume, ya sea la psique de un hombre atribulado y atormentado en The Master o la serenidad y templanza espiritual del mismísimo Jesús de Nazareth en María Magdalena, la profundidad de humanidad que aporta a sus papeles da como resultado representaciones desgarradoras de desesperación, soledad y búsqueda de redención.
Reconocido entonces por sus elecciones de roles impactantes y su dedicación a la actuación, su decisión de interpretar a Napoleón Bonaparte en la próxima película histórica, que llegará a Cinépolis y Cinemex el próximo 22 de noviembre, ha dejado a muchos intrigados. Detrás de esta elección hay una razón conmovedora que revela una profunda conexión personal de Phoenix con las figuras históricas.
'Napoleón' marca el reencuentro de Ridley Scott y Joaquin Phoenix
Si Gladiator de Ridley Scott está impulsado principalmente por la actuación central de Russell Crowe como Maximus Decimus Meridius, se equilibra perfectamente con el brillante rol de Phoenix como el nefasto Commodus. Acicalado y mezquino, pero socavado por una profunda corriente de dolor, fue un giro sorprendente que, para muchos espectadores, fue la primera vez que vieron a Phoenix llevar su increíble arte a la pantalla grande.
Ahora, más de dos décadas después, Phoenix vuelve a formar equipo con Scott para interpretar al famoso estratega militar y emperador francés. Y como le dice a Empire, reunirse con su director de Gladiator fue un gran atractivo. "La verdad es que surgió una idea muy nostálgica de volver a trabajar con Ridley", dice el también actor de Señales y Joker. "Tuve una experiencia increíble trabajando con Ridley en Gladiator y era muy joven. Fue mi primera gran producción. Realmente anhelaba volver a vivir esa experiencia o algo similar”.
Universal Pictures
Y un proyecto ambicioso, expansivo y psicológicamente agudo como el de Napoleón parecía el adecuado. "Él se acercó a mí para otras cosas en el pasado", dice Phoenix sobre cómo lo buscó el también director de Blade Runner y Alien, el octavo pasajero, "pero nada que pareciera que fuera tan exigente para los dos. Y realmente me gustó la idea de lanzarme a un nuevo proyecto con Ridley".
Apple Studios
Su asociación aquí fue centrada e intensa: juntos revisaron todo el guión de David Scarpa, asegurándose de que tenían la misma visión en mente. Al explorar las ambiciones de conquista mundial de Napoleón, sus actos más oscuros y su tumultuosa relación con Joséphine de Beauharnais (Vanessa Kirby), el dúo pudo desarrollar un rasgo que Scott vio por primera vez en Phoenix allá por el año 2000. "Mi corazón estaba con él", dice el director, recordando la actuación de Phoenix en Gladiator, específicamente cuando el personaje se enfrenta a su padre Marco Aurelio (Richard Harris).
