Como bien lo dijo Guillermo del Toro al recibir el premio Oscar a mejor película animada en 2023 por Pinocho, el género no es exclusivo para niños sino que es un medio para hacer arte. Las palabras de Del Toro han sido demostradas con cintas aclamadas como Persépolis, El niño y la garza, y Coraline y la puerta secreta, dejando claro que los personajes de dibujos animados también pueden ser los protagonistas de historias dirigidas para un público más maduro, aunque luzcan muy tiernos.
Una de las cintas animadas más intensas de los últimos años provocó que muchos espectadores se cuestionaran que pasaría si la comida tuviera sentimientos. Sin duda alguna, esta comedia animada no está dirigida para los pequeños de la casa, sino todo lo contrario: es tremendamente sucia en más de un sentido. Con exceso de lenguaje soez, insinuaciones sexuales y frases en doble sentido, esta película de caricaturas (para adultos) te sacará una sonrisa aunque también te hará sentir extraño.
Desde embutidos, frascos de mermeladas, frutas y verduras, en esta cinta los personajes principales son nada más y nada menos que todos los ingredientes que usas para cocinar. Coescrita por Seth Rogen y Evan Goldberg, la película cuenta una historia muy familiar para todo el público, sin embargo, lo hace utilizando todo tipo de chistes imaginables sobre "la vida de la comida". La mejor parte es que una secuela llegará en 2024, ocho años después de que la primera parte llegó a la gran pantalla.
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Estrenada en 2016, La fiesta de las salchichas tendrá una secuela llamada La fiesta de las salchichas: Foodtopia, así que mientras tanto puedes disfrutar de la cinta por Netflix. Frank es una salchicha de supermercado que espera con toda la ilusión que llegue el día en que él y sus amigos del paquete sean elegidos por los dioses, es decir, los humanos. De esta forma, Frank cree que será llevado al "Gran Más Allá", acompañado de su novia, Brenda (Kristen Wiig). Para su mala suerte, un frasco de mostaza regresa a la tienda contando historias de lo que realmente sucede en el mundo exterior, algo completamente distinto de lo que Frank piensa que le ocurrirá.
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En el caos que sigue, Frank, Brenda, un bagel llamado Sammy (Edward Norton) y un lavash (David Krumholtz) quedan varados al otro lado de la tienda. Al regresar a sus propios estantes, Frank hace un descubrimiento sorprendente: la mostaza tenía razón. Con la nueva información, los alimentos deciden avisar a sus demás compañeros acerca del verdadero sentido de su existencia y así, juntos luchar por escapar de su destino. ¿Podrán los amigos de la comida hacer frente a los gigantes divinos que les hacen daño?
