A pesar de que Mi amigo robot es una película que no cuenta con ningún diálogo, sí ha dado pie a un sinfín de conversaciones y debates en torno a su emotiva trama. La cinta, que lleva varias semanas exhibiéndose en cines, últimamente ha despertado mucha polémica en redes sociales, más que nada gracias a Perro.
"Una película sin diálogo deja mucho espacio al espectador para completarla y es muy bonito. En México se ha entendido como una experiencia sensorial más que una experiencia intelectual, la cual aparece a posterior. De todos los países en los que se ha estrenado, creo que es al que ha tocado más profundo”, fue lo que expresó el director español Pablo Berger, respecto al impacto que su filme ha tenido en nuestro país.
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Mi amigo robot, nominada al Óscar por Mejor película animada este año, y ganadora del Premio Platino, nos presenta la tierna y desgarradora historia de Perro y Robot. Perro, tras llevar un vida solitaria, decide construirse un nuevo amigo robot. No obstante, cuando un viaje a la playa deja a su amigo oxidado y varado en la arena, Perro no tiene otro remedio que regresar solo a su antigua vida.
De manera evidente, Perro intenta traer de vuelta a su amigo de hojalata, sin embargo, muchas personas en Facebook y X argumentan que el personaje no hizo lo suficiente para recuperar a Robot, y que lo superó rápidamente, dándole la vuelta a esa página de su vida en un abrir y cerrar de ojos.
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Pablo Berger, durante su visita a la Cineteca Nacional, comentó que, más que “cancelar” a Perro, hay que abrazarlo, comprenderlo y ponerse en el lugar de él. Desde su perspectiva, el propio Berger muchas veces se ha sentido como Perro, ya sea desde un rol de amigo o de pareja. Otras veces le ha tocado ser Robot, quedándose atascado en el pasado, sin poder salir de ahí. En algunas otras veces, ha contado con la presencia de un salvador en su vida, que ha llegado a repararlo todo, tal y como lo hace Mapache en la película.
El director conoció el libro, en el cual se inspiró para hacer su cinta, en 2010. Sin embargo, fue hasta 2018 cuando se reencontró con él, dejándolo conmovido hasta las lágrimas. "En esos ocho años mi mejor amigo dejó de ser mi mejor amigo, había perdido a mi madre y también me acordé de una relación muy importante en mi vida. Sin duda, el hacer esta película fue un acto sanador. Los personajes, de alguna manera, son representaciones posibles de nosotros, pero en diferentes situaciones”, compartió el cineasta.
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