Hay muchísimas tradiciones para recibir al nuevo año, casi tantas como países en el mundo. En México cada familia tiene sus favoritas: las hay desde atragantarse las doce uvas con cada campanada que marca la medianoche y pedir un deseo con cada una (aunque para cuando uno se está atiborrando la novena, ya no puede ni pensar), hasta quien sale despavorido por la calle, maletas en mano, para viajar todo el año. Y por supuesto no puede faltar ponerse chones rojos para encontrar el amor o amarillos para atraer el dinero.
Hollywood, por supuesto, jamás ha retratado estas mexícanísimas tradiciones y lo que acostumbra regalarnos son fiestas multitudinarias en las que los globos y el confetti caen del cielo con la última campanada, mientras al fondo suena la consabida Canción de despedida, y la gente que no tiene pareja, corre como loca para a alguien a quien besar, porque de acuerdo a la superstición en muchos países, esto augura un año lleno de amor romántico.
Aunque no se sabe exáctamente de dónde salió esta tradición, se sospecha que tiene su origen en las fiestas romanas que celebraban el solsticio de invierno. Estas celebraciones también involucraban banquetes inmesos (que aún permanece, ¿ya se pesaron?) y sexo en grupo, costumbre que afortunadamente ya no seguimos, porque bueno... francamente qué oso cuando tu abuelita está presente.
Para muchas culturas, no plantarle un beso apasionado al primero que se te ponga enfrente (reza porque no sea tu tío Chucho) augura que tu vida amorosa será un desastre durante todo el año que comienza. Como les contamos en las 5 escenas más icónicas de Año Nuevo, en el cine o la televisión este efusivo gesto romántico no sólo sella una relación amorosa o de amistad, tambén se ha utilizado como amenaza de muerte.
Aquí nuestra selección de los mejores besos que nos han regalado el cine y la televisión...