Por fin retomó el contacto con su amada Jane Foster (Natalie Portman), aunque no de la manera que le hubiera gustado, ya que la amenaza a la integridad física de la joven lo obligó a buscarla nuevamente. Y ya que el amor provoca que hagas cosas extrañas, él decide llevarla a Asgard para tratar de curarla del mal que la aqueja (la intromisión del Éter en su cuerpo), haciendo enojar a su padre y enfrentándolo nuevamente.
Tristemente en esta película ve partir a su madre, Frigga (Rene Russo), así que su corazón sufre más de lo necesario, pero es recompuesto en parte por la alianza que logra hacer con su hermano para frenar parcialmente los planes de Malekith (Christopher Eccleston), aunque no se entera que en realidad era otro truco de Loki. A final de cuentas aquí emocionalmente se vuelve más fuerte por todo lo que le ocurrió.