Gary Oldman se toma muy en serio sus papeles en el séptimo arte y lo ha demostrado en múltiples ocasiones que le han valido nominaciones y victorias en los premios de la Academia. Sin embargo, recientemente trascendió información de la grabación de Drácula de Bram Stoker en 1992, película en la que Oldman interpretó al Conde y, para lograrlo a la perfección, durmió durante todo el rodaje en un ataúd.
En entrevista para The Hollywood Reporter, Cary Elwes, quien también participó en la cinta dirigida por Francis Ford Coppola, compartió el método que siguió su colega para entrar en la piel del vampiro más famoso de la literatura: "Francis cree que si el cast pasa la mayor parte del tiempo juntos, la química se reflejará en pantalla, así que hizo que todos los cazadores de vampiros vivieran en una misma propiedad..."
...y el pobre de Gary [Oldman] tuvo que vivir solo. Gary dormía en un ataúd cada noche, así de en serio se tomó el papel.
Elwes confesó que el también protagonista de El perfecto asesino fue "secuestrado del grupo por elección" y que lo conocieron "por primera vez durante los ensayos", pero jamás volvieron a convivir con él por el resto de la filmación.
'¿Quién mató a Sara?': Jean Reno, protagonista de ‘El perfecto asesino’, se une a la serie de NetflixDrácula de Bram Stoker ha sido una de las películas peor calificadas en la carrera del cineasta Francis Ford Coppola (El Padrino, 1972), señalándola de visualmente provocativa, pero vacía. No obstante, logró recaudar en taquilla 215.8 millones de dólares a nivel global y hoy representa un parteaguas para la personificación de los vampiros en pantalla grande. La cinta contó con las actuaciones estelares de Winona Ryder, Keanu Reeves, Anthony Hopkins y Tom Waits.