Es una adaptación de la obra de Broadway de Sidney Kingsley de 1935 del mismo nombre.
Goldwyn quería que George Raft interpretara al gángster, pero éste lo rechazó, diciendo que el papel era demasiado antipático.
Dead End se filmó desde el 4 de mayo hasta mediados de julio de 1937 en un solo set enorme.
El director William Wyler no estaba satisfecho con la mirada de disgusto de Wendy Barrie en una escena en la que se suponía que debía reaccionar ante los botes de basura en un callejón sucio. Después de varias tomas insatisfactorias, Wyler le ordenó al hombre de la propiedad que obtuviera cucarachas reales, lo que provocó la respuesta apropiada de la actriz.
William Wyler originalmente quería filmar en locaciones de las calles de Nueva York, pero el productor Samuel Goldwyn insistió en que la película se hiciera en el estudio. El director de arte Richard Day fue asignado para diseñar los decorados e hizo uno de los decorados más convincentes y elaborados de la historia del cine.