En Las playas de Agnès, documental dirigido por Agnès Varda, la cineasta belga realiza una exploración sobre su vida, sus vivencias y lo que almacena en su memoria, apoyándose con una serie de fotografías, notas escritas, clips de películas, entrevistas y hasta divertidas recreaciones sobre eventos en su historia. Con casi 80 años de edad, en el momento de la filmación, Varda inicia su recorrido con su vida en Bélgica, en su infancia y adolescencia, para luego mudarse a Francia y vivir en sitios como Sète, París y la isla de Noirmoutier, donde descubrió la fotografía y fue parte de la Nueva Ola Francesa, además de tener y crear a su hijo, Jacques Demy, incluyendo su súbita muerte. Para ella, su infancia no es punto de referencia de su vida, puesto que no se encontraba detrás de una lente y sus recorridos empiezan cuando asume la profesión, la misma que recorrió, de manera gloriosa, a lo largo de su vida.