Es el primer proyecto dirigido, en solitario, por Mark Neveldine, quien hacía pareja con Brian Taylor, con quien filmó las cintas Crank (2006), Crank 2 (2009) y Gamer (2009).
En un principio, el director de esta película iba a ser James Marsh, que tuvo que abandonar el proyecto.
El guión estuvo incluido en la conocida “Black List”, de 2009, lista que menciona los mejores guiones que no se han filmado.