El maestro del terror, Stephen King, comparó la cinta con Alien y con los primeros trabajos de Cronenberg, dando el consejo de que nadie debería verla sólo.
Durante la cinta, hay una canción que se escucha constantemente, se trata de Let the Sunshine in, de Pebbles.
El papel que interpreta Brian Cox estaba pensado originalmente para Martin Sheen.
La idea de realizar esta cinta surgió después de que el director, André Øvredal, vio la película de El Conjuro y supo que tenía que hacer una de terror.
El agente de André Øvredal fue quien le llevó el guión de la cinta y de inmediato supo que era el indicado.
La escena favorita del director es en la que Brian Cox y Emile Hirsch están discutiendo sobre la muerte de su esposa y madre, respectivamente, afuera del elevador.