El proyecto se planeó durante cuatro años, donde el director conoció y entrevistó a varios migrantes y sus historias. Iñárritu colaboro con muchos de los migrantes para desarrollar el proyecto.
Según el director: “Mi propósito era experimentar con la realidad virtual para explorar la condición humana en un intento de romper la dictadura del encuadre dentro del cual las cosas simplemente se observan y reivindicar un espacio que permita al visitante vivir la experiencia directa de caminar con los pies de la persona migrante, ponerse en su piel y llegar hasta su corazón”
El proyecto ganó un premio Oscar especial.