La cinta se filmó a lo largo de 61 días, entre febrero y abril de 2017, en locaciones de Alberta, Canadá.
Es el primer largometraje del director Jeremy Saulnier que no está basado en un guion escrito por él mismo.
Segunda colaboración entre Riley Keough y Macon Blair, luego de la cinta Logan Lucky (2017).
Tuvo su premiere en el Festival Internacional de Cine de Toronto, en septiembre de 2018.