Para el director, Gabriel Mariño, la historia es, esencialmente, sobre el amor, una forma de pensar que el amor puede trascender el tiempo, el género y los cuerpos.
La historia de la cinta viene de la admiración de Mariño por la cinta Los Usurpadores de Cuerpos (1978)
Segunda cinta del director Gabriel Mariño, luego de la cinta independiente Un mundo secreto (2012)
La cinta gano el premio “segundo largometraje mexicano”, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en 2017.
Explorar el género fantastico fue un reto pero una aventura para el director, en sus palabras: “Desde el principio teníamos ganas de hacer una fábula moderna con elementos fantásticos sobre un personaje que cambiara de cuerpo. Había varias detonantes, por ejemplo, ¿es posible enamorarnos de la esencia de las personas sin importar el físico?”