Crítica de SensaCine.com.mx para Ayer maravilla fui: El tipo de filmes que hacen avanzar a la industria

Ayer maravilla fui, dirigida por Gabriel Mariño (Un mundo secreto) y protagonizada por Sonia Franco, Siouzana Melikian, Hoze Meléndez y Rubén Cristiany, llega a cartelera nacional casi cuatro años después de haber sido filmada y de tener un paso interesante por varios festivales de cine, entre los que destaca el Festival Internacional de Cine de Morelia. El cuento de Marino, también guionista de la cinta, es una especie de cuento surrealista en el que el tiempo y la existencia se ponen en un dilema y una ficticia Ciudad de México es la plataforma para que, cual ciencia ficción, almas o seres extraños ocupen cuerpos a su gusto, sin que estos se enteren, o sí; eso es lo que menos importa.

La premisa cuenta cómo Ana (Franco), quien vive en la Ciudad de México, deambula por las calles cambiando de un cuerpo a otro, ya que su soledad se lo exige. No sabe ni cuándo, ni cómo cambia, ya que irónicamente su rutina es tan monótona que visita cuerpos como obligación, sin sentirse cómoda con ninguno, hasta que se enamora perdidamente de Luisa (Melikian) y llega el momento de tomar decisiones. El encuentro es de almas y finalmente encuentra un sentido de pertenencia. Pero entonces, tanto destruir otros cuerpos por el puro afán de buscar algo hace que en actual tenga que rendir cuentas; quizá sólo la ayude a mirar mejor, a pausar el tiempo, a respirar una y otra vez y las veces que sean necesarias.

Filmada en blanco y negro Ayer maravilla fui es un ejercicio de estilo y una fábula de ciencia ficción si quisiera verse así. También es un relato sobre la soledad, la rutina y la Ciudad de México. Nunca llega a explotar con la secuencia apabullante o un secreto que revele algo sobre este ser que es un invasor de cuerpos, porque esto también es pretexto para hablar de lo vacíos que podemos sentir los seres humanos y cómo podemos pasar la vida en automático, sólo viviendo y no disfrutando. El texto de Mariño tiene varias capas, pero curiosamente no todo el público reaccionara igual; muchos la han etiquetado de demasiado experimental, incluso de vacía o monótona, una propuesta de festival de cine que encuentra a la audiencia cautiva, pero que por su naturaleza obtiene detractores por default.

Destaca de sobremanera Sonia Franco, quien es una actriz de teatro y televisión, pero particularmente en un montaje es un monstruo en escena ydebería ser una de las actrices más aprovechadas de la actualidad, lo cual no ha ocurrido por lo menos en el cine, pero este filme es uno de los mayores ejemplos de su talento. La película cuenta con una gran fotografía increíble encargada por Iván Hernández y una edición prácticamente perfecta. La música también contrasta con los planos de la Ciudad de México que dejan una sensación de melancolía. Por ahí también se deja entrever que los cuerpos de estas personas que son ocupadas se trata de personas desaparecidas, lo cual hoy por hoy remueve las fibras más sensibles por la situación que nuestro país vive.

Ayer maravilla fui se puede sentir cercana y oportuna, ya que cualquier discurso existencialista que llegue en cualquier medio artístico lo compararemos con todos los eventos que han ocurrido en los últimos meses debido a la pandemia. No es perfecta, para muchos no será el bálsamo que podría parecer en varias de las líneas en las que hable de ella, pero citando a alguien que conozco, es el tipo de filmes que hacen avanzar a la industria, las historias que permiten evolucionar a los autores y a los involucrados y eso la hace valiosa. Nos encantaría ver qué más tiene Mariño para dar.