Representa la ópera prima para el cineasta australiano Martin Wilson.
Tiene la misma trama que la película de Frenzy (2018), de Jose Montesinos, donde un grupo de amigos que vuelan para ir a bucear se estrella en el océano, terminan en una balsa salvavidas y deben sobrevivir a una manada de grandes tiburones blancos.
Parte de esta película se filmó en North Queens Beach en la península de Redcliffe, al norte de Brisbane.
Durante la película, se ve a los tiburones gruñendo de ira y dolor. Los tiburones no hacen tales ruidos.