Reese Witherspoon entretiene, pero su apuesta es muy tibia
por Nataly RodríguezEn la adaptación cinematográfica más recien producida por la actriz Reese Witherspoon. terminamos sumergiéndonos en las marismas de Carolina del Norte, Estados Unidos, donde la actriz británica Daisy Edgar-Jones, conocida por su papel en Normal People, emprende un emocional viaje donde la naturaleza es su salvación y refugio.
La Chica Salvaje se centra en la historia de Kya, la hija más joven de una familia disfuncional en los años 50, donde el padre (Garret Dillahunt) es un hombre abusivo y alcohólico, quien termina ahuyentando a su esposa tras diversas golpizas. Después del abandono de su madre (Ahna O’Reilly) y el de sus propios hermanos, la joven busca la manera de sobrellevar la situación hasta que su padre fallece y, a partir de ese momento, tendrá que sobrevivir en una comunidad blanca que la trata como basura.
Años después, Kya es acusada del asesinato de Chase Andrews (Harris Dickinson), un joven posicionado del pueblo con quien mantuvo una relación amorosa. Al ser llevada a juicio, es defendida por el abogado Tom Milton (David Starthairn), uno de sus mayores detractores. A medida que avanza el juicio, conocemos más detalle sobre su trágico pasado por medio de flashbacks narrados por la propia Edgar-Jones.
Basada en la novela homónima de Delia Owens, la cual ha vendido más de 15 millones de copias a nivel mundial, la producción abarca temas importantes como la discriminación, el clasismo y la violencia de género. Lo hace por medio de su joven protagonista, la cual cuenta con excelente construcción e interpretación por parte de la actriz de Fresh, y que hace casi imposible no encariñarte o sentir una gran empatía por ella. A esto le sumamos, varias escenas llenas de emoción y locaciones maravillosas que sirven como apoyo para la ambientación de su tragedia.
Pese a la gran emoción e intriga que puede generar La chica salvaje, podemos decir que la trama no cuaja conforme avanzan los minutos. Es repetitiva, lenta e, incluso, corta al hablar de temas con grandes matices como lo es el abuso doméstico y las dificultades de una mujer huérfana e iletrada en una sociedad que la rechaza. Poniendo como paralelismo, lo que el tío Netflix logró en meses recientes en una historia similar con la serie Las cosas por limpiar, protagonizada por Sarah Margaret Qualley y Nick Robinson.
Más allá de que la película mantiene la esencia de su material de origen y aporta una gran narrativa visual, en su mayoría puede sentirse que la directora Olivia Newman nos ofrece una versión simple y limpia de lo que podría ser una historia desgarradora y cruda. Algo que podría considerarse poco atractivo a la hora de embarcarte en un largometraje de dos horas y cinco minutos.
A pesar de las fallas, La chica salvaje es entretenida, a su manera, si nos enfocamos en el tema de las emociones. Además, podemos mencionar que es un gran vehículo para la exposición de talento femenino, como el caso de su protagonista y realizadora, algo que Whiterspoon ha buscando realizar con la productora Hellow Sunshine, con la que ya ha traído adaptaciones de exitosas novelas escritas por mujeres como lo fue Gone Girl de Gillian Flynn y Wild de Cheryl Strayed.
A esto le sumamos el gran atractivo de una banda sonora liderada por la canción ‘Carolina’, la cual fue escrita e interpretada por la famosa cantante Taylor Swift, quien fue parte de la promoción de la producción. La película está disponible en HBO Max.