Esta nueva temporada encuentra a Carrie dejando su trabajo en la Casa Blanca, viviendo con su hermana en Washington y tratando de revelar una conspiración internacional para debilitar el poder de la Presidenta Keane, a pesar de las marcadas diferencias entre ambas. A causa de estos eventos, Keane se vuelve paranoica tratando de mantener el control de su oficina, mientras se enfrena a una investigación interna producida por el encarcelamiento de 200 trabajadores de la comunidad de inteligencia. Carrie tiene que lidiar con sus crecientes problemas de bipolaridad y finalmente logra establecer una relación aparentemente estable con Dante Allen, un agente del FBI que conoce a Carrie desde hace varios años, y que le traerá problemas a lo largo de la temporada. Tratando de obtener justicia, Carrie se vuelve negligente con los cuidados de Franny, por lo que su hermana, Maggie, tiene que cuidar de ella y se alista para tomar custodia completa de la menor.