Nacida el 24 de marzo de 1981, Kim Shin Rok tuvo una infancia bastante ordinaria en el condado de Gokseong en Corea del Sur, donde creció alejada del mundo del entretenimiento al afirmar que no tenía ningún tipo de interés en él. Graduada del Departamento de Geografía en la Universidad Nacional de Seúl, Kim comenzó a desempeñarse como profesora de la materia hasta que uno de sus amigos, el director Tae-Hoon Jung la invitó a ser parte de su primer cortometraje ‘Mom’s Elevator’, trabajo que la hizo quedarse enamorada del medio por la capacidad de transmitir todo tipo de emociones.
Tras tomar la decisión de convertirse en actriz, Kim se adentró en una extensa formación durante cinco años en la Universidad de Hanyang, donde se recibió con una licenciatura y maestría en Artes en Teatro y Cine, debutando al año bajo la dirección de Lee Chang-dong con el largometraje ‘Burning’. Si bien originalmente quería brillar en la pantalla grande, pronto encontró un profundo cariño por las producciones televisivas, mismas que le permitieron trazar su camino hacia el reconocimiento y la fama por personajes como Seok-hee en ‘Bangbeob’; Yeo Woonkyu en ‘Moving’; Park Jung-ja en ‘Rumbo al infierno’; Oh Ji Hwa en ‘Más allá del mal’; y Chief Ji en ‘Sweet Home’. Recientemente, ha vuelto al cine con las películas ‘Seolgyeja’ e ‘Invasión, insurrección’.