Meterse en personaje cuesta: es lo que han comprobado muchas estrellas del cine y de la televisión al tener que usar capas de cosméticos, pegamento y aplicaciones de látex simulando piel o pelo, para poder adentrarse en un nuevo rol.
Durante el proceso de transformación -del cual muchas veces depende el resto de la producción- los actores podrían pasar por una literal tortura, al tener que sacrificar horas de sueño y sentarse pacientemente casi sin moverse para dejar que los especialistas en diseño de maquillaje hagan su magia.
En la mayoría de los casos, la espera, valió la pena ¿Cuál es tu caracterización preferida?