La reinterpretación de 'Frankenstein' de Guillermo del Toro no busca repetir lo que ya conocemos. Y las joyas de Tiffany & Co. son el reflejo más puro de ese impulso creativo.
Guillermo del Toro ha revivido una de las historias más icónicas del terror gótico. Su versión de Frankenstein, la nueva producción de Netflix, es mucho más que una simple adaptación: es una experiencia visual que combina lo siniestro con lo sublime, lo trágico con lo exquisito. Y en medio de ese universo oscuro y elegante, hay un detalle que roba miradas y suspiros: las joyas que Mia Goth lleva en pantalla.
La actriz británica, conocida por su magnetismo en películas como Pearl y X, ahora encarna a Elizabeth Lavenza, la figura femenina que se mueve entre la vida, la muerte y el amor condenado de Víctor Frankenstein. Pero esta vez, lo hace rodeada de lujo y misterio que no solo pertenece al personaje, sino a la historia misma del arte y la joyería. Detrás de cada piedra preciosa que brilla en escena, hay casi dos siglos de historia, creatividad y genialidad artesanal.
Tiffany & Co. : la colaboración que nadie vio venir.
En esta reinterpretación de la obra de Mary Shelley, Tiffany & Co. aporta su legado a la película con una selección de piezas históricas, únicas e irrepetibles. Algunas provienen directamente de los archivos más antiguos de la marca, otras fueron restauradas o reinterpretadas para encajar en el tono gótico que caracteriza a Del Toro.
Y no hablamos solo de accesorios decorativos. Las joyas en Frankenstein tienen un peso simbólico: representan la belleza que nace del caos, la perfección dentro de lo imperfecto. Exactamente como la criatura de Shelley. El propio equipo de Tiffany explicó que su intención fue reflejar "una audaz experiencia, un amor por la naturaleza y una creatividad visionaria". Y la verdad es que lo lograron.
El collar Wade: una joya que cuenta más de cien años de historia
Entre las piezas más destacadas está el collar Wade, una auténtica obra maestra de la joyería estadounidense. Fue creado por el legendario diseñador Paulding Farnham alrededor del año 1900 y pertenece a la época dorada de la casa Tiffany.
Esta impresionante guirnalda de diamantes brilla sobre el cuello de Mia Goth con una elegancia que mezcla lo etéreo y lo siniestro. En la película, el collar no es solo un accesorio: es casi una extensión del personaje, un símbolo de la pureza y la tragedia de Elizabeth Lavenza.
Su resplandor contrasta con los laboratorios fríos y los paisajes sombríos del universo de Del Toro, como si recordara constantemente que, incluso en medio de la oscuridad, siempre hay un destello de belleza.
El collar del escarabajo: arte, naturaleza y misticismo
Otra joya que deja sin aliento es el collar del escarabajo, una creación única de Louis Comfort Tiffany, hijo del fundador y pionero del diseño Art Nouveau en Estados Unidos. Este collar, que aparece también en la película, fue elaborado a principios del siglo XX y está decorado con pequeños escarabajos de cristal montados en oro.
El resultado es hipnótico. Cada detalle brilla como si tuviera vida propia, un guiño perfecto al tema central de Frankenstein: la obsesión del ser humano por crear belleza a partir de lo inerte. Además, el escarabajo tiene un significado profundo: en muchas culturas simboliza la transformación, el renacimiento y la eternidad, justo lo que la historia de Shelley ha representado.
Lo más fascinante de esta colaboración es cómo las joyas no solo adornan, sino que cuentan. Guillermo del Toro, fiel a su estilo, convierte cada elemento visual en parte del relato. El brillo de un diamante, el reflejo en una piedra o el destello de un collar no son casualidad: son metáforas visuales de la fragilidad humana.