La verdadera magia de 'Dragon Ball Z' estaba en su música: la historia de su banda sonora
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

La banda sonora de 'Dragon Ball Z' no acompañaba la historia: era parte de ella y un personaje más. Poco a poco, se hizo un protagonista silencioso, pero imprescindible.

Dragon Ball Z no solo nos regaló transformaciones épicas, peleas interminables y discursos que marcaron a toda una generación. La creación de Akira Toriyama también nos dio algo que, aunque a veces pasa desapercibido, fue tan importante como cualquier Kamehameha: su música. Si bien las peleas eran increíbles, sin esas canciones, sin esos coros, sin esos golpes de batería exactos en el momento correcto, nada habría sido igual.

Es curioso: todos recordamos la primera vez que vimos a Goku transformarse en Super Saiyajin o cuando Gohan explotó de furia contra Cell. Pero si cierras los ojos, lo primero que te viene a la mente no es solo la escena, sino la melodía que la acompaña. Y ahí está la verdadera magia: en cómo Dragon Ball Z no solo se veía, sino que se escuchaba.

La voz que encendió Latinoamérica

En este rincón del mundo, la saga no sería lo que es sin la voz de Adrián Barba, el cantante mexicano que interpretó temas inolvidables como "El poder nuestro es" y "Ángeles fuimos". Su tono cálido, épico y melancólico terminó siendo la banda sonora de la infancia de millones.

Sin exagerar, Barba es responsable de que más de uno aprendiera a cantar antes de aprender cosas de la escuela. Sus temas eran himnos que prendían la televisión todos los días. Y aunque no apareciera en pantalla, su interpretación se convirtió en un personaje más del universo Dragon Ball Z. El doblaje latino vino con una identidad propia y Barba ayudó a construirla a golpe de emoción y nostalgia.

"Cha-la Head-Cha-la": el rugido que lo empezó todo

En Japón, el universo musical de Dragon Ball Z nació gracias a Shunsuke Kikuchi, uno de los compositores más influyentes del anime. Kikuchi no solo creó melodías: creó atmósferas. Su música podía hacerte sentir emoción, miedo, angustia, esperanza o euforia con una simple nota sostenida.

Y el mejor ejemplo es el legendario "Cha-la Head-Cha-la", interpretado originalmente por Hironobu Kageyama. Una canción que no necesita presentación. Apenas suenan los primeros acordes y es imposible no sentir un estremecimiento. Tiene energía, desenfreno y un toque de locura que define a la perfección el espíritu de la serie. Para muchos, ese es el verdadero himno de Dragon Ball Z.

La "otra" banda sonora de 'Dragon Ball Z'

Pero Dragon Ball Z no sonaba igual en todas partes. En Estados Unidos, la versión transmitida por Funimation tuvo una banda sonora totalmente distinta, compuesta por Bruce Faulconer, dando al anime una identidad completamente diferente.

Faulconer creó temas electrónicos, intensos, atmosféricos. Su música era más agresiva, más futurista, más occidental. En Estados Unidos, con "Rock The Dragon", Dragon Ball Z se sintió más "techno" y épico, mientras que en Japón y Latinoamérica sonó más clásico, más heroico y más emocional. De hecho, el fandom internacional sigue dividido hasta la fecha entre "Team Kikuchi" y "Team Faulconer".

Dragon Ball Z no solo nos enamoró con peleas. Nos enamoró con música y con melodías que trascendieron generaciones, con intros que podían levantar muros y con finales que te dejaban con un nudo en la garganta.

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