En 'Dragon Ball', cada deseo trae una aventura. Y cada aventura, tarde o temprano, trae un desastre.
En Dragon Ball, en teoría, las Esferas del Dragón sirven para traer paz, resolver tragedias y arreglar cosas que parecen imposibles. Ese es su eslogan no oficial: al juntarlas, todo saldrá bien. Pero es bien sabido que en la práctica, funcionan como esos deseos de cuento que siempre llevan una trampa. Pides una cosa y, de alguna manera, terminas con un problema triple.
En en anime de Akira Toriyama, lo que debería ser una herramienta para salvar al mundo se ha convertido varias veces en todo lo contrario: un imán de caos, villanos, destrucción masiva y uno que otro berrinche cósmico. Y no es que Shenlong sea malvado, es que los deseos, cuando los usan los personajes equivocados, acaban peor que al inicio.
Sorbet revive a Freezer
La resurrección de un villano suele ser mala idea, pero la de Freezer fue, sin exagerar, un error histórico. Sorbet solo quería recuperar la vieja gloria de la Fuerza de Freezer. El tirano regresa furioso, motivado y con una nueva transformación. Y lo más triste: Sorbet murió en el combate, sin enterarse del caos monumental que desató.
Zamasu del futuro y el deseo que borró las Super Esferas del Dragón
Cuando Dragon Ball Super introdujo las "Super Esferas del Dragón", parecía que estábamos ante el recurso definitivo. Zamasu y su versión del futuro construyen su plan con tres deseos que deberían venir con advertencias gigantes. Primero, Zamasu intercambia cuerpo con Goku y luego lo elimina para evitar problemas. Después, su contraparte pide la inmortalidad. Y como broche final: ordenan a Zalama destruir las Super Dragon Balls de su línea temporal para que nadie pueda revertir su locura.
Bulma y sus deseos estéticos
Las Esferas del Dragón son una reliquia sagrada, salvo para Bulma, que las usa como si fueran su spa personal. En Dragon Ball Super: Super Hero, cuando Piccolo convoca a Shenlong para desbloquear su poder, descubre algo que lo deja pasmado: Bulma pidió un make-over. Y no es la primera vez. La película de Broly deja claro que Bulma ha usado deseos para mantener su apariencia joven, razón por la cual parece de 33 cuando realmente tiene más.
Mai y el deseo más inútil del multiverso
Hay deseos cuestionables, deseos absurdos y luego está el de Mai. Cuando tuvo a Shenlong frente a ella, con la posibilidad de pedir cualquier cosa imaginable, decidió pedir algo tan ridículamente simple que cuesta procesarlo: el helado más rico del mundo. Nada de poder, riqueza, seguridad o soluciones útiles, sólo un helado. La escena funciona como gag cómico, pero también convierte a las Esferas en un chiste.