Netflix se encuentra en los titulares de todo el mundo tras comprar Warner Bros., el legendario estudio de cine cuya adquisición por el gigante del streaming ya es descrita por los sindicatos de Hollywood como un asunto de emergencia.
Después de diversos rumores sobre la venta de Warner Bros. y sus posibles compradores, esta mañana se hizo oficial que la compañía responsable por legendarias cintas como Casablanca, Harry Potter y series de la popularidad de Friends y Game of Thrones fue adquirida por Netflix, la plataforma líder en contenidos de streaming que ha alcanzado el éxito gracias a títulos como Stranger Things y Merlina.
Aunque el 2025 fue un año exitoso para la empresa con aciertos en taquilla por Una película de Minecraft y Pecadores, el estudio de producción y distribución ahora queda en manos de Netflix, la plataforma de streaming especializada en series que ocasionalmente proyecta en cines películas como Frankenstein en un lapso de dos semanas, antes de su adición al catálogo en todo el mundo.
La compra de Warner Bros. por Netflix desató el pánico de las audiencias y la industria ante la posible erradicación de la experiencia cinematográfica, sin embargo, Ted Sarandos, el CEO de la plataforma, comentó que conservarán HBO Max como un servicio de streaming, así como el lanzamiento de producciones en la pantalla grande que progresivamente disminuirá su ventana de proyección.
Hollywood se levanta contra Netflix tras la adquisición de Warner Bros.
Luego de que se anunciara la venta del estudio, cuyo acuerdo finalizará en aproximadamente un año, el Sindicato de Guionistas de América, mejor conocido por sus siglas en inglés WGA, emitió un comunicado en el que alertan que “la fusión debe ser impedida” ante las consecuencias irreversibles que podría traer la convergencia entre ambas empresas.
“Las leyes antimonopolio se diseñaron para evitar que la empresa de streaming más grande del mundo absorbiera a uno de sus mayores competidores”, se compartió en el comunicado, “El resultado recortaría el número de empleos, reduciría los salarios, empeoraría las condiciones de todos los trabajadores del entretenimiento, aumentaría los precios para los consumidores y reduciría el volumen y la diversidad de contenido para todos los espectadores”.
El WGA también señaló que “Los trabajadores de la industria, junto con el público, ya se ven afectados por el hecho de que solo unas cuantas compañías mantienen el control estricto sobre lo que los consumidores pueden ver en cine, televisión y streaming”, para concluir: “Esta fusión debe ser bloqueada”.