Estos casos demuestran que, cuando se trata de celebridades, la justicia legal y la justicia social rara vez coinciden.
La industria del entretenimiento suele brillar con glamour, alfombras rojas y discursos inspiradores, pero también ha sido escenario de algunos de los juicios más mediáticos, tensos y controvertidos del último siglo. Desde Armie Hammer, pasando por Michael Jackson, y más recientemente con Johny Depp, siempre han surgido acusaciones graves, figuras poderosas y decisiones legales que desataron debates que aún persisten.
En estos casos, lo judicial y lo social no siempre caminan por el mismo carril. Algunos actores fueron absueltos legalmente, otros defendieron su nombre en tribunales, y algunos más nunca lograron limpiar del todo su reputación, incluso después de ser declarados inocentes. Y aunque cada historia es distinta, todas comparten un elemento en común: provocaron discusiones enormes sobre justicia, medios y percepción pública.
1. Johnny Depp
Johnny Depp pasó de ser uno de los actores más admirados de Hollywood a protagonista involuntario de uno de los juicios mediáticos más vistos en la historia contemporánea. Todo comenzó con acusaciones de violencia doméstica dentro de su matrimonio con Amber Heard, lo que generó un huracán de titulares, comunicados, declaraciones contradictorias y una intensa cobertura en redes sociales.
El conflicto escaló hasta un juicio por difamación en Estados Unidos en 2022, transmitido casi como si fuera un reality show global. El jurado determinó que Heard había difamado a Depp en una columna de opinión, y le otorgó una compensación económica. Heard, por su parte, también recibió una compensación menor por una declaración hecha por el equipo legal de Depp.
El fallo se interpretó en general como una victoria para Depp, quien sostuvo durante todo el proceso que había sido injustamente acusado y que su carrera había sido dañada por ello. Hoy, Depp ha retomado su carrera, pero el eco del juicio continúa marcando un antes y un después en cómo el público consume y discute escándalos.
2. Kevin Spacey
Kevin Spacey pasó de ser un ganador de dos premios Oscar a uno de los nombres más polémicos del cine. A partir de 2017 enfrentó múltiples acusaciones de conducta sexual inapropiada. Varias de esas denuncias desembocaron en procesos legales tanto en Estados Unidos como en Reino Unido.
En 2023, en Londres, un jurado lo absolvió de todos los cargos penales que enfrentaba en el Reino Unido. Previamente, en Estados Unidos también había sido absuelto en otros procesos civiles. Es decir, en términos estrictamente judiciales, Spacey no fue declarado culpable de ningún delito.
Aun así, la repercusión social fue devastadora. Netflix lo retiró de House of Cards, proyectos se cancelaron de inmediato y su presencia en Hollywood se volvió prácticamente inexistente. Su caso se convirtió en un ejemplo muy discutido de la diferencia entre absolución legal y cancelación social.
3. Fatty Arbuckle
Roscoe "Fatty" Arbuckle fue una de las primeras grandes estrellas del cine mudo, tan famoso y querido como Chaplin o Buster Keaton. Pero en 1921 su vida dio un giro devastador: fue acusado de violación y homicidio involuntario tras la muerte de la actriz Virginia Rappe en medio de una fiesta.
El caso explotó en una época en la que los tabloides estaban hambrientos de escándalos, y Arbuckle se convirtió en el villano favorito de la prensa. El juicio fue un circo mediático. Tras tres procesos judiciales, Arbuckle fue declarado completamente inocente, y el jurado incluso emitió una disculpa pública, destacando que no había evidencia de ningún crimen de su parte.
Pero era demasiado tarde. Su reputación había sido destrozada, su carrera quedó arruinada y Hollywood lo vetó por años. Es considerado uno de los casos más trágicos de cómo un linchamiento mediático puede eclipsar incluso la absolución legal más contundente.