Hanks interpretó al menos a cinco personajes diferentes en esta película que, pese a su positivo mensaje, dividió opiniones con su estética inquietante.
Con la época de navideña muchos suelen pensar en ver alguna película de Tom Hanks, tal vez porque su filmografía tiene títulos emotivas que se llevan bien con la temporada. Desde Forrest Gump, pasando por Toy Story y hasta la más decembrina de todas: El expreso polar.
Para algunos una cita obligada de Navidad, para otros una inquietante experiencia en torno a Santa Claus, la magia y la madurez. Eso sí, no se puede negar su ambición técnica el trabajo de Hanks dando vida a varios personajes en una misma cinta.
Un viaje al corazón de la Navidad
La película, dirigida por Robert Zemeckis (mejor conocido por Volver al futuro), sigue a un niño que en la víspera de Navidad comienza a dudar de la existencia de Santa Claus. Justo cuando su fe parece desvanecerse, un misterioso tren se detiene frente a su casa: el Expreso Polar, un transporte mágico que lleva a niños al Polo Norte para conocer al mismísimo Santa.
Durante el viaje, el protagonista conoce a otros niños felices por la oportunidad de viajar en el tren para conocer al creador de juguetes. Además, se enfrenta a una serie de aventuras que ponen a prueba su valentía, su capacidad de creer y su forma de ver el mundo.
El expreso polar es una película sobre crecer, dudar y decidir en qué vale la pena seguir creyendo. Para armar esta narrativa, algo muy sorprendente es que Tom Hanks no sólo es el protagonista de la cinta; "el niño héroe; sino que gracias a la captura de movimiento también le dio vida al padre del niño, al conductor del tren, al vagabundo y al mismo Santa Claus.
Junto a él, el elenco de voces también se complementó con Daryl Sabara, Nona Gaye, Jimmy Bennett y Eddie Deezen mientras que Josh Hutcherson, Chantel Valdivieso, Peter Scolari y Michael Jeter contribuyeron con movimientos corporales para ciertas tomas.
Un experimento visual adelantado... pero inquietante
Fue una de las primeras grandes producciones animadas realizada casi en su totalidad con tecnología de motion capture. Este elemento sigue siendo visto como revolucionario en la animación digital, pero el resultado final dividió a la audiencia.
Varias personas expresaron que los personajes tenían expresiones rígidas, ojos poco expresivos y una apariencia extraña que dificultaba la conexión emocional haciendo que la experiencia fuese más inquietante que conmovedora.
Aun así, el mensaje principal de la cinta sí consiguió resonar con un parte del público que, con el paso del tiempo, la convirtió en un clásico recurrente de la temporada.
Tal vez El expreso polar no sea la película perfecta, pero sí es una apuesta arriesgada, diferente y completamente navideña que vale la pena recordar de vez en cuando con una buena taza de chocolate caliente.