No cabe duda que esta franquicia es una de las más exitosas de todos los tiempos, y por la misma razón uno de sus protagonistas creyó que su vida estaba comprada tras el estreno de la cinta.
Durante más de seis décadas, la saga de James Bond se ha convertido en una de las franquicias más influyentes en la historia del cine. Pero más allá del intérprete del agente 007, las películas han estado marcadas por sus personajes secundarios y las llamadas "chicas Bond", cuya denominación las coloca a una altura similar a la del espía protagónico. Por lo tanto, durante años han sido muchas las actrices que han desfilado por este papel, afirmando a la par su lugar en la industria.
Esto le sucedió a Michelle Yeoh, quien en 1997 formó parte del elenco de El mañana nunca muere, en la segunda película de Pierce Brosnan como James Bond. En ese filme, Yeoh interpretó a Wai Lin, quien es una agente china que se presentó como una igual del espía británico, tanto en inteligencia como en habilidades físicas.
Su personaje rompió con el molde tradicional al no ser un acompañamiento decorativo o estético para el 007, sino una figura de peligro, profesional, competente y decisiva en la historia.
La actriz que acumuló una fortuna con un papel para la saga del 007
Así una de las secuencias más recordadas de la película, es precisamente una persecución en motocicleta por calles estrechas mientras ambos personajes permanecen encadenados, reforzando la imagen de Yeoh como un ícono de acción. Para entonces, la actriz ya contaba con una sólida reputación en el cine asiático, pero su incursión en Hollywood parecía anunciar una proyección internacional aún mayor.
Y aunque el impacto profesional de su papel como chica Bond fue limitado, y a que lejos de abrirle nuevas oportunidades, la llevó a recibir principalmente ofertas basadas en estereotipos, durante entrevistas posteriores la actriz señaló que lo más difícil fue enfrentar la discriminación racial y la falta de oportunidades dada su apariencia física, recordando que durante casi dos años no consiguió trabajo debido a la incapacidad de la industria para ver más allá de prejuicios culturales y lingüísticos que, por si fuera poco, contrastaban fuertemente con su capacidad profesional y el talento demostrado con el 007.
Una mujer que rompió prejuicios en la industria
El rumbo de su carrera cambió con Tigre y dragón del 2000, dirigida por Ang Lee y convirtiéndose en un fenómeno internacional, ampliamente reconocido por la crítica, además de ganar cuatro premios Oscar.
Sobre la actuación de Yeoh sabemos que esta resultó fundamental para el peso emocional del filme, marcando su consolidación como una actriz capaz de liderar proyectos de alto perfil en mercados globales y altamente hostiles.
Años después, Todo en todas partes al mismo tiempo representó el mayor triunfo de su carrera, cuando su interpretación de Evelyn como una mujer enfrentada a un multiverso caótico le valió el Oscar a Mejor actriz, convirtiéndose entre otras coas en la primera interprete asiática en obtener ese reconocimiento. Hoy puedes ver estas cintas en Netflix, HBO Max y Prime Video.