Disponible en Claro Video, esta es una de esas series que sorprenden cuando menos lo esperas. Una precuela de época ambiciosa, visualmente poderosa y emocionalmente intensa.
Cuando se habla de streaming, casi siempre pensamos en los mismos nombres de siempre. Netflix para el maratón seguro, Prime Video cuando buscas algo distinto, HBO Max si quieres calidad premium y Disney+ para los grandes universos y la nostalgia. Pero de vez en cuando, otras plataformas guardan verdaderas sorpresas.
Y es que no todo lo bueno está en el top 10. A veces hay historias que se disfrutan mejor sin expectativas y sin el hype previo, descubriéndolas casi por accidente. Producciones que apuestan por el detalle, por el contexto histórico y por una narrativa más pausada, que se cocinan a fuego lento.
Justo en ese territorio se encuentra una serie que mezcla el espíritu del viejo oeste con escenarios africanos imponentes, una época marcada por crisis globales y una familia obligada a sobrevivir cuando todo parece estar en su contra. Esta es una historia que expande un universo muy conocido pero lo hace desde el pasado.
Un mundo que se cae a pedazos
1923 nos transporta a los primeros años del siglo XX, un periodo especialmente duro para Estados Unidos y buena parte del mundo. La Gran Depresión, la época de la prohibición, pandemias, sequías y una economía que se derrumba tras la caída de la bolsa de valores de Nueva York en 1929 forman el telón de fondo de la historia.
En medio de ese caos están los Dutton, una familia decidida a establecerse definitivamente en su rancho de Yellowstone, en Montana. Pero el camino no es sencillo. La crisis financiera golpea con especial fuerza a la agricultura, justo el corazón del negocio familiar. Cada decisión y cada error se vuelve vital.
La serie muestra cómo las décadas de 1920 y 1930 representaron un desafío brutal, no solo económico, sino moral. Sobrevivir no era suficiente: había que hacerlo sin perder el rumbo, ni traicionar aquello por lo que habían luchado generaciones enteras.
La familia Dutton antes del mito
Uno de los mayores aciertos de 1923 es humanizar el legado de los Dutton. Aquí no hay héroes invencibles, sino personas enfrentadas a cambios gigantescos que no controlan. El patriarca en turno debe tomar decisiones difíciles, muchas veces impopulares, con la presión constante de proteger el futuro de su familia.
El relato se detiene en los aciertos y errores, en los sacrificios necesarios y en los costos emocionales de mantener la tierra. No es una historia de glamour ni de romanticismo del oeste: es supervivencia pura.
Y mientras una parte de la familia lucha en Montana, la serie amplía su mirada hacia África, mostrando la sabana con una fotografía impresionante que contrasta con la dureza del rancho. Esa dualidad visual es uno de los grandes sellos de la serie.
Más allá del drama, 1923 destaca por su apartado visual. Los paisajes del viejo oeste están filmados con una sensibilidad casi pictórica, mientras que las secuencias ambientadas en África aprovechan la inmensidad de la sabana para crear momentos de asombro genuino.