Netflix tiene algo de todo y para todos. Si quieres llorar está Bebé reno; si buscas un romance elegante está Bridgerton; o si necesitas de emociones sobrenaturales está Stranger Things. Pero entre todos los estrenos, novedades y ficciones de alto presupuesto, hay algo que no cambia: el poder de la nostalgia. Y para muestra, el regreso triunfal de una comedia infantil de los noventa que está haciendo que todos quieran volver a ser niños, al menos por 82 minutos.
Aunque Netflix produce contenido nuevo cada semana, la joya de su corona sigue siendo su biblioteca interminable de series y películas de otras épocas. Basta con revisar el Top 10 en México para darse cuenta que los suscriptores aman revivir momentos felices con sus películas favoritas de antaño. Y una de ellas acaba de subir como la espuma en el ranking: una historia sobre niños, amistad, travesuras y un club de chicos que no quiere saber nada de niñas.
Los pequeños traviesos están de vuelta. Esta comedia infantil noventera ha encontrado un nuevo público, además de reconectar con el antiguo, al abrirse paso entre lo más visto de Netflix México. Y no es para menos ya que esta cinta de 1994 es como una cápsula del tiempo llena de ocurrencias, situaciones absurdas y diálogos que siguen provocando carcajadas.
ScreenRant
La historia gira en torno a un grupo de niños que forman el club "Club de Machos Antimujeres", liderado por Spanky y su mejor amigo Alfalfa, un pequeño con un peinado muy peculiar. Para sorpresa de todos, Alfalfa se enamora de Darla, rompiendo así las reglas del club. Como es de esperarse, esta traición es imperdonable y los chicos harán todo lo posible para sabotear su relación, lo que provocará un sinfín de enredos.
Además del dilema romántico, el club se enfrenta a problemas más terrenales, que van desde recuperar la sede de su club secreta hasta competir en una carrera para demostrar que la amistad y el trabajo en equipo pueden con todo. A 30 años de haberse estrenado, Los pequeños traviesos aún tiene ese poder especial unir a toda la familia con una historia sencilla, divertida y, sobre todo, sincera.
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Con una duración de solo 82 minutos, Los pequeños traviesos es perfecta para una tarde de descanso, una noche de palomitas o un maratón de risas sin complicaciones. En un mundo donde cada capítulo de serie dura más de una hora, esta cinta demuestra que se puede contar una historia entrañable, graciosa y completa, con eso que no se puede replicar con efectos digitales ni guiones súper complejos: la inocencia y el corazón.
