Salma Hayek es un ícono de Hollywood. Gracias a su enorme talento y a su carismática personalidad, la mexicana se convirtió en una de las primeras estrellas latinas en conquistar el público internacional, y desde ese momento, no ha parado de demostrar su increíble capacidad histriónica. Desde su nominación al Premio Oscar por Frida, hacernos reír en Son como niños junto a Adam Sandler, hasta ponerse el traje de superheroína en Eternals de Marvel, la veracruzana ha dejado claro que no hay género cinematográfico que se le resista y en el que no pueda brillar.
El sentido del humor y la seguridad son dos características que Salma ha mostrado dentro y fuera de la pantalla. Y aunque uno pensaría que no existe nada en este mundo que pueda poner nerviosa a la actriz de Magic Mike: El último baile, como todo ser humano, Hayek tiene su talón de Aquiles. De hecho, para conseguir uno de sus papeles más emblemáticos, la actriz mexicana tuvo que enfrentarse a uno de sus miedos más grandes, recurriendo a la hipnosis.
Todo sucedió en el rodaje de la cinta Del crepúsculo al amanecer de 1996, dirigida por Robert Rodriguez y escrita por Quentin Tarantino. En la película que mezcla crimen, vampiros y acción, Salma interpretó a Santanico Pandemonium, una bailarina con el poder de hipnotizar a los asistentes de un bar perdido en el desierto. En uno de los momentos más icónicos de la cinta, y de la carrera de Salma, la actriz aparece haciendo la famosa danza con una enorme serpiente enrollada en su cuerpo.
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Pero lo que muchos no saben es que Salma Hayek tiene una fobia terrible a estos reptiles. Así que cuando Tarantino le dijo que para el papel tendría que bailar con una pitón birmana albina real, Salma creyó que no podría hacerlo. Pero todo cambió cuando el cineasta añadió presión a la situación al contarle que Madona estaba interesada en el papel y podría sustituirla, en caso de que ella no quisiera aparecer con la serpiente.
"Tuve que entrar en trance", dijo la actriz en una entrevista en The Kelly Clarkson Show, sobre cómo logró superar este miedo y hacer una de las secuencias más famosas del cine. "Si ves mi mirada, se puede ver que estoy hipnotizada", contó acerca de cómo en ese estado de concentración profunda logró tener al animal en rodeando su cuerpo.
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La gran pitón birmana albina que aparece encima de ella era en Del crepúsculo al amanecer es completamente real, y no se usaron ni CGI ni dobles para la escena. Lo que se vio en la gran pantalla fue Salma estando fuera de sí misma, mientras hacía frente a uno de sus miedos más profundos con toda la determinación. Ese momento no sólo la convirtió en símbolo de sensualidad y poder, sino que también demostró su entrega y profesionalismo como actriz.
