Aunque hoy sea imposible imaginar Misión: Imposible sin Tom Cruise, hubo un momento en que el estudio decidió prescindir de él. Después del estreno de Misión: Imposible III en 2006, a pesar de recaudar casi 400 millones de dólares, Paramount Pictures consideró que la película no había sido el éxito esperado..
Paramount Pictures
A esto se sumó la controversia pública en torno a Cruise: desde su comentado salto en el sofá de Oprah hasta su abierta defensa de la Cienciología. El entonces CEO de Paramount, Sumner Redstone, dijo que el actor “se pasó de la raya”, y el estudio cortó relaciones con él
La idea era reemplazarlo. Incluso se consideró a Jeremy Renner como posible sucesor en Protocolo Fantasma, pero reemplazar a Ethan Hunt no resultó tan fácil. El público no respondió como se esperaba y, para cuando Cruise volvió a escena con su icónica escalada del Burj Khalifa sin dobles, quedó claro que él no solo era el protagonista… era el alma de la saga.
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Desde entonces, Cruise ha sido productor y protagonista de cada entrega, elevando el nivel de acción en cada película y realizando acrobacias cada vez más extremas. En la más reciente entrega, Sentencia Final, realizó 16 saltos en paracaídas en llamas, batiendo un récord Guinness. A sus 62 años, el actor sigue demostrando que no solo es un ícono del cine de acción, sino que su regreso después del despido fue lo mejor que le pudo pasar a la franquicia.