Si hay dos nombres que so prácticamente sinónimos de Hollywood, estos son Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. No importa si alguien es fan del cine o si sólo se dedica a ver películas cuando hay algo que realmente le gusta, sin lugar a dudas, sabrá quiénes son estas dos estrellas de la gran pantalla. Brad, el eterno galán rebelde de El club de la pelea, y Leo, el inolvidable Jack de Titanic, son íconos del séptimo arte en todas sus letras. Ambos llevan décadas robándose las cámaras, rompiendo corazones y recibiendo premios como si fuera pan de cada día.
Pitt y DiCaprio han protagonizado éxitos por separado, pero unirlos en una misma historia parecía un sueño demasiado bueno para ser cierto, hasta que Quentin Tarantino se atrevió a hacerlo. Por supuesto, no sólo se trató de un proyecto cualquiera, sino de una mega producción con todo el estilo de Hollywood, un presupuesto que alcanzó los 90 millones de dólares y una vibra tan única que hizo que se llevaran a casa no uno, sino dos Premios Oscar.
En 2019, DiCaprio y Pitt aparecieron en Había una vez en Hollywood, una joya del siempre polémico pero brillante director de Kill Bill y Bastardos sin gloria. La cinta es una carta de amor a una época que ya no existe, donde el sol brillaba más, las películas se hacían con tripié y los sueños se cocinaban a fuego lento. Pero siendo Tarantino, y teniendo a Brad y Leonardo en los papeles protagónicos, el cineasta logró resucitar la década con una precisión casi milimétrica.
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En el centro de esta historia tenemos a Rick Dalton (DiCaprio), un actor en declive que fue estrella de westerns en la televisión, y su doble de acción y mejor amigo, Cliff Booth (Pitt), un tipo que parece salido de un comercial de cigarros y que vive sin complicaciones. Ambos intentan sobrevivir en una industria que cambia más rápido de lo que ellos pueden asimilar.
Para lograr mantenerse vigente, tanto Rick como Cliff se intentarán conectar con muchas personas influyentes de la industria cinematográfica. Pero lo más sorprendente, es que sus caminos se terminarán cruzando con los asesinatos llevados a cabo por Charles Manson, cuando el nuevo director estrella, Roman Polanski, se muda a la casa de al lado con su esposa, la actriz Sharon Tate (Margot Robbie).
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Uno de los grandes encantos de Había una vez Hollywood es que puedes verla más de una vez y siempre notar algo nuevo. Además, ver a DiCaprio y Pitt compartiendo pantalla es un espectáculo en sí mismo, con una química tan natural que uno pensaría que son amigos de verdad. No por nada, Brad Pitt se llevó el Oscar a Mejor Actor de Reparto gracias a su interpretación como Cliff Booth. Esta joya está en Prime Video, lista para que te pongas cómodo, le des reproducir y te dejes llevar por una era donde todo parecía posible.
