Han pasado más de 25 años desde que Titanic llegó a nuestras vidas y casi nadie se ha podido aguantar las lágrimas al escuchar a Jack diciendo "si tú saltas, yo salto". La historia del legendario barco no solo marcó un hito en taquilla, sino que también catapultó al estrellato a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, convirtiéndolos en la pareja de ficción favorita de millones. Y, por supuesto, dio las bases a James Cameron para pasar a la historia como un maestro del cine de gran escala, con escenas visuales deslumbrantes.
La cinta arrasó en los Premios Oscar, transformándose en un fenómeno cultural que todavía genera debates, como por ejemplo, si Jack cabía o no en la tabla. Lo cierto es que Titanic es una de esas películas que puedes ver mil veces y seguir sintiendo el nudo en la garganta como la primera vez. Pero lo más interesante es que, aunque creas conocerla de principio a fin, Titanic todavía guarda secretos que sorprenden a más de uno.
Uno de ellos tiene que ver con ese momento final, poético y cargado de simbolismo, que a muchos se les quedó grabado para siempre: la escena en la que Rose cierra los ojos, el collar se hunde en el mar, y de pronto la vemos regresar al Titanic. Ahí, la mujer, siendo joven otra vez, se reencuentra con nadie más y nadie menos que con Jack. Y aunque tierno, la realidad es que este cierre ha generado muchas dudas sobre si hay significado más profundo.
IMDb
Si bien, durante años se ha pensado que la escena era una simple secuencia onírica o una metáfora repleta de romance, lo cierto es que hay varias pistas apuntan a que ese momento representa algo mucho más trascendental: Rose ya no está en el mundo de los vivos y la secuencia simboliza su paso al más allá.
Justo antes de que se le vea en el barco de nuevo, Rose muere en su cama. Luego, todo cambia con ella volviendo al Titanic como la joven de 17 años que vivió su gran historia de amor con Jack. Todos los rostros del barco la reciben con sonrisas, entre ellos su amado, y el reloj marca las 2:20, hora exacta del hundimiento. Esta es una bienvenida, pero no cualquiera, sino más bien una entrada a una especie de eternidad, donde el tiempo, el dolor y la muerte ya no existen.
IMDb
James Cameron es un director que no deja ningún detalle al azar. El hecho de que el reloj esté detenido en la hora del desastre es simbólico y representa que en ese espacio, en ese "otro lugar", el tiempo ha dejado de avanzar. Pero lo más hermoso es que, el plano que alguna vez fue testigo de tanto dolor y sufrimiento, ha dejado de ser así y ahora es el sitio en el que Rose pudo reencontrarse con el amor verdadero.