La espera terminó y los fans de Merlina ya están de fiesta. La primera parte de la segunda temporada de la hija de Los Locos Addams está en Netflix, y Jenna Ortega regresa más gótica, sarcástica y carismática que nunca como la heredera de Homero y Morticia. A su lado, también vuelven Catherine Zeta-Jones, Emma Myers y otros rostros que ya son parte de la familia del público. Con nuevos misterios en la Academia Nevermore, monstruos en las sombras y bailes viarles, no es sorpresa que todos ya estén disfrutando de Merlina.
Pero mientras todos están emocionados con la Jenna actual, ya convertida en toda una reina del terror moderno, hay un dato queles va a volar la cabeza a sus fans. Y es que mucho antes de bailar al ritmo de "Bloody Mary" de Lady Gaga o colaborar con Tim Burton, Jenna ya había puesto un paso por el género del horror. Para todos los que no lo sabían, se están perdiendo un easter egg que vale la pena ver.
Resulta ser que cuando tenía apenas 10 años, Jenna Ortega hizo una pequeña aparición en una La noche del demonio 2, la segunda entrega de una de las sagas más populares del cine de terror reciente, esa donde los demonios son peor que en El exorcista, las puertas se abren solas y la música te pone los pelos de punta desde el inicio. Y para encontrarla, sólo hay que ver prácticamente la película entera.
ScreenRant
En la secuela dirigida por James Wan y estrenada en 2013, hay un momento en la última parte de de la película que merece toda tu atención. El momento exacto es después de que los cazadores de fantasmas Specs y Tucker, antiguos socios de Elise Rainier, han ayudado a los Lambert con su problema de posesión. Cuando todo queda resuelto, en la última escena, el dúo aparece visitando a otra familia, cuya hija mayor, Allison, se encuentra en un coma inexplicable, similar a Dalton en la primera película.
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Es aquí cuando Jenna aparece como Annie, una niña que sostiene una muñeca en medio de un ambiente cargado de tensión. La pequeña está en la puerta con sus padres e interrumpe la conversación de los adultos, preguntando: "¿ Quién es la señora? ". Todos quedan perplejos, ya que nadie más puede ver a la señora, pero Annie sí. El fantasma de Elise le sonríe, tapándose la boca con un dedo en un gesto de que guarde silencio y entra sigilosamente en la casa familiar, donde ve a Allison en coma.
Lo más curioso es que pocos saben que ese fue uno de los primeros pasos de Ortega en el cine. En ese momento, la mayoría no tenía idea de que esa niña sería, años después, una de las actrices más buscadas del momento. Pero ya desde ahí se notaba algo especial, sobre todo, para el género del terror.