El mundo del cine está lleno de descubrimientos inesperados. A veces, las grandes estrellas no llegaron a la industria por un camino tradicional, sino por un golpe de suerte o por estar en el lugar correcto en el momento indicado. Pamela Anderson, por ejemplo, pasó de ser una fan en un estadio de futbol a convertirse en un símbolo de los noventa gracias a que alguien la vio en una pantalla gigante. Chris Pratt estaba sirviendo mesas en un restaurante de Hawái cuando un director lo reclutó para su primera película. Y Jason Statham, antes de ser el tipo duro de Rápidos y furiosos, vendía perfumes y relojes en un mercado callejero, hasta que un cineasta se fijó en él.
La vida tiene esas vueltas curiosas. Nunca sabes de dónde saldrá el próximo talento que brillará en la pantalla grande. Y justo algo así pasó con la película Haz que regrese, la cinta de terror que está dando de qué hablar en México. Entre todo su elenco, una actriz en particular se robó la atención del público, no por ser famosa, ni por tener una larga lista de proyectos anteriores, sino porque su llegada al cine fue tan improbable como inspiradora.
UN CASTING ESPECIAL
Estamos hablando de Sora Wong, una joven que no tenía ninguna experiencia actoral antes de protagonizar esta historia. Su madre encontró un anuncio en Facebook donde pedían a una niña con discapacidad visual para un papel principal. Wong nació con coloboma y microftalmia, condiciones que la dejaron ciega de un ojo y con muy poca visión en el otro. Gracias a ese simple post en redes sociales cambió su vida para siempre.
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Cuando su madre vio la convocatoria en Facebook, no imaginó que su hija terminaría en una de las producciones de terror más comentadas del año. Como suele pasar con los castings, cientos de personas se postulan, y la mayoría queda fuera. Pero algo en la audición de Sora convenció a los realizadores de que era ella quien debía dar vida al personaje central.
No tenía preparación formal ni experiencia en sets de filmación, pero sí algo mucho más valioso: autenticidad. Y eso, en una película de terror, puede marcar toda la diferencia. Su presencia en pantalla transmite una naturalidad que conecta al instante con la audiencia, haciendo que la tensión y el miedo se sientan todavía más reales.
ROMPIENDO EL MOLDE
En una industria que suele apostar por actores con entrenamiento y trayectoria, la elección de Sora Wong fue un movimiento arriesgado pero terminó siendo la mejor decisión. Su papel en Haz que regrese no sólo la expuso a millones de espectadores, sino también representó un paso importante hacia la inclusión.
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Y aunque todavía es temprano para saber hacia dónde irá su carrera, lo cierto es que Sora ya dejó huella en el cine. Su papel en Haz que regrese la convirtió en un ejemplo de que los caminos no siempre son rectos. De que no necesitas años de preparación si, en el momento adecuado, logras transmitir algo único.
