El nombre de Brad Pitt es uno de los más reconocidos en el mundo del cine junto al de Tom Cruise, Scarlett Johansson y otro puñado de actores que comenzaron su carrera muy jóvenes. Sin embargo, son menos los que recuerdan a Brad Renfro, una joven promesa cuya luz se apagó muy pronto, aunque tenía para brillar mucho más.
El actor, originario de Knoxville en Estados Unidos, pudo convertirse en una de las mayores estrellas del cine. Desafortunadamente falleció en 2008 después de haber luchado contra sus propios tormentos.
El debut de una estrella
En 1994 Joel Schumacher se puso en la silla de director para un thriller judicial lleno de tensión llamado El cliente donde no sólo aparecieron Tommy Lee Jones y Susan Sarandon sino que la revelación Brad Renfro llevó la narrativa debutando a sus 11 años de edad.
Renfro le dio vida a Mark Sway, un pequeño que tras presenciar el suicidio de un abogado corrupto con información delicada sobre la política y crimen se convierte en el blanco del FBI y la mafia. Decidido por sobrevivir busca ayuda en una abogada con pasado tormentoso y pronto su caso adquiere relevancia nacional.
Warner Bros.
Para conseguir este papel, bastante importante a decir verdad, el actor venció a Macaulay Culkin (ya famoso por Mi pobre angelito). Su presencia magnética y actuación destacable lo catapultaron a la fama.
Un rápido ascenso y vertiginosa caída
Tan sólo dos años después el actor volvió a destacar en la industria en Los hijos de la calle de Barry Levinson donde se metió en el papel del joven Michael Sullivan y cuya versión adulta fue interpretada por el mismísimo Brad Pitt.
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Esa colaboración hizo eco de lo que pudo haber sido el futuro de Renfro pues luego de brillar en ese rol con gran carga emocional compartió créditos con los grandes. A los 14 años ya tenía escenas con Robert De Niro y se ganó más atención con Verano de corrupción, por ejemplo, donde colaboró junto a Ian McKellen.
Y aunque todo esto consolidó su popularidad, las cosas comenzaron a tornarse difíciles cuando la adicción llegó a la vida de Renfro. A los 15 fue arrestado por primera vez junto a su primo por posesión de cocaína y marihuana; a los 18 había pasado por varias clínicas de rehabilitación y más tarde fue detenido por cargar heroína, otra por conducir ebrio e intento de robo.
Paramount+
Sus últimos papeles y trágico destino
Debido a sus adicciones y escándalos, Brad Renfro no volvió a conseguir papeles tan brillantes como los primeros, pero participó en en Bully dirigida por Larry Clark y en Ghost World de 2002 junto a una joven Scarlett Johansson.
Desafortunadamente sus adicciones siguieron provocando más problemas con la justicia llegando incluso a ser condenado a tres años de libertad condicional. Renfro intentó reinventarse con una banda llamada Frodad y participó en su última película: The Informers, donde compartió créditos con Billy Bob Thornton, Winona Ryder, Mickey Rourke y Kim Basinger.
Brad Renfro no alcanzó a ver el estreno de The Informers pues fue encontrado muerto a sus 25 años el 15 de enero de 2008 en su departamento de Los Ángeles. La causa de muerte revelada fue una sobredosis de heroína y una semana después el mundo estaría de luto de nuevo pues Head Ledger falleció también por una intoxicación con medicamentos.
El talento y energía que irradiaba Renfro fue evidente para sus colegas como Sarandon quien tras su muerte declaró: "Era el joven actor más dulce e increíblemente talentoso que había aparecido en mucho tiempo".
Junto a ella McKellen también dijo para Digital Spy que "era un verdadero actor" y tristemente reflexionó sobre su partida: "Solo tenía 25 años, y es terrible pensar que nunca veremos todo lo que podría haber logrado", dijo el actor inglés reconociendo el potencial de su compañero.