En la historia del cine, las temporadas de premios han estado marcadas por rivalidades simbólicas que reflejan tanto el talento de los nominados como las expectativas del público y los contrastes de sus talentos. Por lo tanto, cada año la carrera por el Oscar a Mejor actor se convierte en un punto de tensión entre quienes analizan la industria y quienes siguen de cerca el reconocimiento a las grandes interpretaciones, pero una de las ocasiones más icónicas fue la que premió las realizadas en 1974.
Y así, durante la ceremonia de 1975, la categoría a Mejor actor reunió a figuras que, para muchos, parecían destinadas a la victoria siendo Jack Nicholson con Chinatown, uno de los favoritos, seguido por Al Pacino quien estaba nominado por El Padrino: Parte II, y su interpretación ya considerada histórica.
El actor que le "robó" el Oscar a Jack Nicholson y Al Pacino
Twentieth Century Fox
Pero aunque en ese contexto, el ganador esperado parecía evidente para la crítica y para la audiencia, la sorpresa llegó cuando el nombre leído en el escenario fue el de Art Carney, por su interpretación en Harry and Tonto. La decisión tomó desprevenidos a espectadores, analistas y a buena parte de Hollywood, por lo que aunque Carney ofreció una actuación sólida, el consenso previo apuntaba a que Nicholson o Pacino protagonizarían la ceremonia.
Años después, el episodio sigue siendo un recordatorio por los más acérrimos fans de la Academia y del séptimo arte, por lo que el triunfo de Carney también sigue generando olas de debates. Respecto a su victoria, hay que resaltar que algunos lo interpretaron como un reconocimiento tardío a un actor veterano con una larga trayectoria en televisión y comedia, mientras otros lo vieron como una muestra del conservadurismo de la Academia frente a trabajos más arriesgados y emocionalmente complejos.
El trabajo de Art Carney en Harry and Tonto
Twentieth Century Fox Film Corporation
En la cinta de Harry and Tonto tenemos a Carney en una interpretación distinta a la que el público estaba acostumbrado, encarnando a un hombre mayor que viaja con su gato en busca de nuevos vínculos y de un sentido renovado de vida. La interpretación fue cálida, precisa y humana, y la Academia decidió premiarla por encima de los trabajos más intensos de sus rivales. Aunque polémica, su victoria quedó como un ejemplo de cómo una buena actuación íntima imponerse a papeles más icónicos.
Más conocido por su papel en The Honeymooners, Art Carney fue un actor marcado por la comedia física y la televisión en vivo. Su éxito con el Oscar ayudó a reposicionarlo dentro de la industria como un intérprete versátil capaz de sostener un gran drama por sí mismo.