Nació en una prisión federal: la estrella de 'Gossip Girl' cuya madre cumplía condena por narcotráfico
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

La historia de esta actriz una de esas que recuerdan algo importante: el origen no define el destino. Y el pasado, por duro que sea, no tiene por qué convertirse en una condena perpetua.

Hollywood suele vendernos cuentos de hadas modernos. Actrices jóvenes que parecen haber nacido para el éxito, vidas envueltas en alfombras rojas, vestidos de diseñador y fama temprana. Y durante un tiempo, es fácil creer que todo fue sencillo, que el camino estuvo despejado desde el principio. Pero la realidad, casi siempre, es mucho más compleja.

En la industria del entretenimiento hay historias de origen que parecen sacadas de un guion demasiado exagerado para ser real. Infancias marcadas por la ausencia, la precariedad, el caos familiar. Pasados que contrastan brutalmente con la imagen pulida que vemos en pantalla. Y cuando esas historias salen a la luz, cambian por completo la forma en que miramos a ciertas estrellas.

Gossip Girl
Gossip Girl
Fecha de estreno 2007-09-19
Series : Gossip Girl
Con Blake Lively, Leighton Meester, Chace Crawford
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3,9
Ver en HBO MAX

Porque no todos nacieron rodeados de privilegios. Algunos comenzaron su vida en circunstancias que muy pocos podrían imaginar.

Una infancia lejos del lujo que vendría después

Leighton Meester, la actriz que conquistó al mundo como Blair Waldorf en Gossip Girl nació en 1986, en Texas, en circunstancias absolutamente fuera de lo común: su madre estaba cumpliendo una condena en una prisión federal por narcotráfico. Sus padres formaban parte de una red criminal y ambos fueron encarcelados por ello.

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Leighton no nació literalmente dentro de una celda, pero sí mientras sus padres estaban presos. Su madre pudo dar a luz en un hospital y, durante los primeros tres meses, se hizo cargo de ella en un centro especial. Después, la actriz quedó al cuidado de sus abuelos, con quienes pasó buena parte de su infancia.

Una infancia que ella nunca definió como infeliz

Lo más sorprendente de esta historia no es solo el contexto, sino la forma en que Leighton Meester siempre ha hablado de él. Lejos del drama, la actriz ha insistido en que su niñez fue feliz dentro de lo posible.

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"Mi familia tiene una historia loca. Probablemente la más loca que he oído jamás", confesó en una entrevista con Marie Claire en 2012. "Ahora miro hacia atrás y lo veo bajo una luz agradable. No fue fácil, pero jugué al aire libre, fui a la playa. Fueron momentos felices y divertidos", dijo sobre sus primeros años.

Meester nunca se ha presentado como una víctima. Tampoco ha renegado de sus padres. Al contrario, ha sido clara al decir que no los juzga por errores cometidos antes de que ella naciera.

Una relación compleja con su familia

Cuando su madre salió de prisión, sus padres se divorciaron. La familia se mudó a Nueva York, donde Leighton comenzó a trabajar como modelo y apareció en algunos anuncios. Más tarde, el traslado a Los Ángeles marcaría el inicio real de su carrera como actriz.

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Con el paso del tiempo, cuando su trabajo empezó a rendir frutos, Leighton se convirtió en el principal sustento económico de la familia. Una responsabilidad enorme para alguien tan joven. Y, como ella misma ha reconocido en distintas ocasiones, esa presión terminó por desgastar profundamente las relaciones familiares.

Hoy, Leighton Meester está casada con Adam Brody desde 2014 y tienen dos hijos juntos. Su vida actual es tranquila, discreta y deliberadamente alejada del foco constante. Nada que ver con la adolescente manipuladora y privilegiada que interpretó durante años. Su historia es una de esas que recuerdan algo importante: el origen no define el destino. Y el pasado, por duro que sea, no tiene por qué convertirse en una condena perpetua.

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