Cuando aceptó interpretar al indio Tizoc (un personaje completamente fuera de su zona de confort) se dedicó a observar durante días a Primitivo, un indígena maya que trabajaba con él en su casa de Mérida. El mismo Pedro afirmaba que eligió el peinado y la ropa de Tizoc tomando a Primitivo como inspiración. Su actuación le valió un Oso de Berlin como Mejor actor.