Gibson se divorció de Robyn y su carrera perdió brillo e impulso, pero la estocada final llegó en el 2010 cuando Oksana Grigorieva, su entonces novia y madre de su octavo retoño, hizo públicas unas grabaciones en las que el actor la llamaba ‘perra en celo’ y le decía que era su culpa si la violaba un grupo de negros. El alcoholismo, la violencia doméstica y el uso de la ’N' word, sumado a su antisemitismo anterior, fueron demasiado y todo parecía indicar que el telón se cerraba definitivamente sobre Gibson que en esos años con trabajos consiguió un papel de reparto en Machete Kills.