El actor John C. Reilly, conocido por sus trabajos en Chicago, Pandillas de Nueva York y Magnolia, hizo en 2002, un drama independiente existencial con Jennifer Aniston llamado Una Buena Chica, donde ambos conformaban a una de las parejas de esposos más aburridas del planeta. Reilly contó que para la escena de sexo, su famosa compañera traía puestos dos pares de pantalones, calcetines de invierno y una playera larga, y que para el momento en que él debía ponerse sobre ella para simular el acto, Aniston pidió “su almohada de castidad”, misma que puso entre sus piernas.