En el estacionamiento de un supermercado creíamos que estábamos viendo el final de Hank (Dean Norris) luego de que los primos Salamanca tenían sed de venganza y querían matarlo tras descubrir que el agente mató a Tuco. Una llamada para alertar a Hank fue clave para esperar a los dos matones. Después del tiroteo el agente ya estaba tendido y listo para el golpe definitivo, pero uno de sus victimarios decide ir por un hacha, lo que le dio tiempo a Hank de cargar una última bala en su pistola, y cuando regresa el asesino, le dispara a quemarropa para salvar su vida. Este enfrentamiento lo dejó lisiado por un tiempo.