También en la cuarta temporada, pero al final, Jesse Pinkman llega a la casa de Walter con toda la intención de matarlo. Esta escena, le pareció poderosa a Aaron Paul porque Jesse sigue gritando verdades a los cuatro vientos y finalmente pudo exteriorizar emociones que traía guardadas de temporadas pasadas. Por supuesto, el hábil manipulador "Heisenberg", habló con él y lo convenció de que estaba equivocado en sus suposiciones de haber envenenado a un niño. Así, pudieron seguir juntos otra temporada más.
Ahora que habrá película centrada en el joven ayudante del mítico Walter White, es tiempo de recapitular sus mejores épocas en la serie.