Contra todo pronóstico, ni Homecoming ni Killing Eve ganaron en la edición 76 de los Globos de Oro en la categoría de Mejor serie dramática. El premio fue para una historia de espías rusos que viven en Estados Unidos durante la guerra fría. Es decir para The Americans, esa fue la primera sorpresa que nos otorgaron estos premios ya que la crícia se decantaba por las dos producciones mencionadas con anterioridad.
Siun emba, uno de los grandes momentos se vivió cuando Carol Burnett subió al escenario porque su trayectoria fue premiado con un premio que llevará su nombre: Premio a la trayectoria Carol Burnet. La actriz de comedia se mostró super conmovida y se aventó un speech de unos cuatro minutos, en los cuales no sólo agradeció el reconocimiento sino que también criticó que ya no se hiciera una televisión fastuosa como antes.
“Cuando crecía veía seis u ocho películas a la semana, cuando era adolescente tuvimos el primer televisor y tuve un nuevo amor. Yo añoraba y esperaba que quiza algún día tuviera la oportunidad de hacer lo mismo que veía y esos sueños de la infancia se hicieron realidad, algunas veces en el cine y especialmente en la televisión con un espectaculo de variedades que medio siglo después me sigue conectando con la gentey me sigue llenando de orgullo. Lo que se hacía antes no se podría hacer hoy porque el costo sería prohibitivo”, señaló.
Tremenda sorpresa fue que Richard Madden, quien no se pudo quedar con el Trono de Hierro cuando era Robb Stark en Game of Thrones, se llevara el premio como Mejor actor en drama por su gran trabajo en Bodyguard. Lo curioso es que nadie daba un quinto por él y al final terminó arrebatándole el premio a los favoritos, entre ellos Matthew Rhys de The Americans.
Otra de las grandes sorpresas fue el premio que se llevó Michael Douglas como Mejor actor en serie de comedia o musical por su trabajo en El método Kominsky ya que nadie esperaba que le ganara a Bill Hader y su serie Barry.
“Todo esto se lo debo a Chuck Lorre. Chuck sabe hacer reír, gracias por tu excelente trabajo. A mi maravilloso elenco, directores, equipo técnico, mi equipo, mis hijos, mi esposa, porque tuve que irme un tiempo para hacer este proyecto. Mi esposa, Catherine, te amo y esto también es para mi padre de 102 años, Kirk. Gracias”, dijo.
Sandra Oh se robó la noche de los Globos de Oro en materia de televisión. No sólo estuvo en la conducción de la ceremonia sino que se atrevió a arrebatarle el premio como Mejor actriz en serie dramática a la mismísima Julia Roberts convirtiéndose así en la primera actriz de la de origen asiático en obtener el premio, lo cual habla de la apertura que hoy en día se vive en la televisión.
“Estoy tan agradecida, con mi familia, mi equipo tan increíble, y en especial con dos personas con las que estoy agradecida que son mi madre y mi padre que me estan acompañando. Gracias a todos”, dijo.
Pero no sólo sorprendió el premio de Douglas, también que la serie ganara el premio y se lo arrebatara a The Marvelous Mrs. Maisel que se llevó el Emmy. Chuck Lorre y todo el equipo de producción subieron a recibir el premio que le agradecieron de lleno a Netflix.
Patricia Arquette se quedó como ganadora en la categoría de Mejor actriz principal en una miniserie o película hecha para la televisión por Escape at Dannemora, ante la incredulidad de Amy Adams, quien pensó que el premio sería para ella.
Como actriz de comedia no hubo sorpresas, ya que Rachel Brosnahan volvió a ganar dicha categoría. Tampoco la hubo en Mejor miniserie o película para la televisión porque El asesinato de Gianni Versace: American Crime Story repitió la dosis tal como lo hizo en los Emmy, incluido el premio para Darren Criss como Mejor actor principal en una miniserie o película hecha para la televisión. El Mejor actor de reparto en una serie, miniserie o película hecha para la televisión fue Ben Wishaw por A Very English Scandal y la categoría femenina fue para Patricia Clarkson por Sharp Objects.