Durante ocho años seguimos una trama que por lo menos nos debía 10 respuestas y prácticamente no nos dio ninguna. Por ejemplo, nadie duda que la manera en que Arya (Maisie Williams) venció al Night King fue de lo más épico de la última temporada, pero fue totalmente anticlimático que la tan temida amenaza, desde casi el primer minuto del primer episodio, se eliminara tan repentinamente y antes de que nos resolvieran muchas de las preguntas que la misma serie planteó, cómo quiénes eran en realidad los White Walkers, por qué querían borrar la memoria de la humanidad, cuál era el significado de sus horrendos símbolos, qué pasaba con los bebés de Caster o cuál es el veradero propósito del Cuervo de tres ojos. Por si fuera poco, el final nos dejó con más preguntas que ya nadie nos podrá responder.