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    Así se vivieron los últimos días en los cines antes de cerrar

    Antes de decir hasta luego visitamos nuestros queridos recintos fílmicos que no abrirán sus puertas por varias semanas. Platicamos con los cinéfilos extremos que aún andaban por ahí.

    Uriel Linares | SensaCine México

    En el complejo con más ventas en el país las cosas deberían de ser diferentes. A tan sólo 850m de la Cineteca Nacional está Cinépolis Plaza Universidad; si necesitaba un claro referente en cines comerciales tenía que ser allí. Sabía que podría haber poca gente, pero no tanto como lo vi. El complejo más concurrido se encontraba en completa desolación en un cálido jueves a las seis de la tarde. De hecho no sólo el cine, la plaza entera parecía locación de una película de zombies

    No pude ocultar mi sorpresa al notar que la taquilla –siempre transitada y repleta, ni se diga cerca del fin de semana– se encontraba completamente vacía. En cartelera estaba Veinteañera, divorciada y fantástica, Bloodshot, Ajuste de cuentas, entre otras, pero no había nadie comprando boletos. En la dulcería, en cambio, sí había clientes, ¿soy el único que se lo pensaría dos veces en comprar un combo en estos tiempos? 

    No encontré cinéfilos extremos que quisieran platicar, se vale, así es que programé ir el domingo 22 de marzo a un cine más cerca de mi casa, Fórum Buenavista. Al mismo tiempo que llegaba a la enorme plaza y paradero, Claudia Sheimbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunciaba el cierre indefinido de los cines a partir del siguiente día. En ese entonces, México oficialmente registraba 316 casos de contagio, más de 1,600 descartados y dos personas fallecidas, una en Durango y la otra en la misma capital.

    Uriel Linares | SensaCine México

    Por ello tuve una conversación con mi editor, quien claramente mostró preocupación y me hizo reconsiderar mi decisión de irme a parar a un centro comercial, preferí continuar. Oficialmente sería el último día en que la salas estarían abiertas, pero nadie sabría cuándo lo volverían a hacer.

    De verdad que los cinéfilos extremos son todo un caso. O somos. Es cierto, en el lugar había menos personas que de costumbre, pero aun así había decenas comprando palomitas, viendo horarios y adquiriendo boletos. Para muchos era un domingo de cine cualquiera... “Venimos a ver My Hero Academia”, me dijeron dos chavos con combo en mano, que venían a la función especial de la esperada cinta traída por Konnichiwa! Este sería el último día en que este anime de culto sería exhibido. “Ya teníamos los boletos apartados y estuve preguntando en el cine si iban a recorrer las funciones justo para evitar esta situación y me dijeron que no, que el cine tomaría sus propias medidas.”

    “Yo creo que es más como una sugestión, si todo el tiempo traes en mente el virus y que esto va a afectar a tus alimentos y vas a contagiarte, pues eso te pasará. Sí creo que el virus existe, pero también si sales con esta inseguridad desde tu casa tampoco ayuda en mucho…”.

    Segunda razón del cinéfilo extremo: El virus se puede dominar con la mente o con tu estado de ánimo. ¿Será?

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