En el verano de 1982, el ejército de Israel invadió la ciudad de Beirut y durante la invasión, irrumpieron en el Centro de Investigación de Palestina, llevándose consigo un archivo entero que contenía valioso material histórico como fotografías, documentos y grabaciones que contaban décadas de la vida y lucha del pueblo palestino. A partir de esas imágenes confiscadas, muchas de las cuales terminaron en manos de archivos israelíes, el director Kamal Aljafari construye una película que no solo recupera dicho material perdido, sino que también lo transforma en una nueva narrativa para desafiar la historia oficial que ha silenciado durante décadas las voces del pueblo palestino. A través de este contexto, este filme reedita y distorsiona las imágenes para resignificarlas y ofrecer una nueva lectura íntima y honesta de lo que significa pertenecer a un territorio marcado por la pérdida y el olvido, convirtiéndose en un testimonio poético de resistencia cultural y una crítica directa al colonialismo visual.
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