Sarita Colonia fue una santa peruana, rechazada por la Iglesia Católica, dado su empeño en acoger y ayudar a devotos ladrones, prostitutas, travestis, homosexuales. Debido a ello, en el cementerio de Baquíjano y Carillo se lleva una celebración anual para recordarla y rendirle tributo, donde todos sus fieles, a pesar de sus diferencias o incluso enemistades, se ofrece una tregua y todos conviven y caminan como hermanos, como iguales. Frente a su mausoleo, se reparten libremente alimentos y se dan regalos, olvidándose de los resentimientos y abrazando unos instantes de paz, pero cuando termina la fiesta, fuera del cementerio, los prejuicios vuelven a gobernar a sus devotos. Con el documental Sarita Colonia, la tregua moral, el cineasta Javier Ponce Gambirazio explora la historia de Sarita, sus esfuerzos humanitarios hacia marginados y las tradiciones que mantienen sus seguidores, incapaces de extender su tregua por más de un día de celebración.