Las filmaciones de la película se llevaron a cabo en diversas locaciones de Bogotá como Chía, Cajicá y Tabio, donde requirieron a un equipo de producción de más de 100 personas.
Con el objetivo de dar la esencia de la clásica película de acción de Hollywood, se contrataron a 20 expertos dedicados exclusivamente a la postproducción.
Esta cinta se filmó completamente en calidad 8K, algo muy inusual en producciones nacionales, lo que la convierte en el primer proyecto del cine colombiano en utilizar este tipo de tecnología.